Este año, por primera vez, hay más gente que vive en las ciudades que en las áreas rurales. Y esas urbes son cada vez más gigantescas. Naciones Unidas tiene contabilizadas 19 megaciudades en todo el mundo. En 2025 se prevé que habrá otras ocho más: Chennai, Guangzhou, Yakarta, Kinshasa, Lagos, Lahore, París y Shenzhen.
La urbanización puede ayudar a ciudades que ya son ricas a crecer aún más y a sujetar a las que tienen la desgracia de estar situadas en un país pobre. Parte del problema es un círculo vicioso y de refuerzo: los retos a los que se enfrenta cualquier ciudad grande son mucho más fáciles de resolver cuando hay dinero en el banco y unos gobernantes preparados. No obstante, algunas de estas megaciudades en países en vías de desarrollo están rompiendo ese ciclo y descubriendo cómo hacer que la urbanización se traduzca en globalización, mientras que otras siguen tambaleándose.
Pekín. Durante mucho tiempo a la sombra de Shanghai, Pekín ha obtenido un fuerte respeto internacional gracias al éxito de su espectáculo olímpico. En el índice de este año, la ciudad es la megaciudad mejor situada entre las de los países pobres. Pero no descansa: entre otros proyectos, ha anunciado un nuevo tren de alta velocidad a Shanghai que, cuando se complete, en 2013, será el más rápido del mundo.
Buenos Aires. Centro cultural de las Américas, Buenos Aires está decidida a ser un ejemplo de diseño elegante a la hora de sus futuros planes urbanísticos. Invierte cada año 25 millones de dólares en la promoción del diseño industrial, el urbanismo y las artes. La ciudad ha vivido un auge de la construcción desde las horas oscuras del impago de la deuda argentina, y sigue atrayendo a importantes empresas de ingeniería y software. ¿Qué problema tienen que resolver los urbanistas a medida que crece y se enriquece su población? El tráfico.
Buenos Aires. Centro cultural de las Américas, Buenos Aires está decidida a ser un ejemplo de diseño elegante a la hora de sus futuros planes urbanísticos. Invierte cada año 25 millones de dólares en la promoción del diseño industrial, el urbanismo y las artes. La ciudad ha vivido un auge de la construcción desde las horas oscuras del impago de la deuda argentina, y sigue atrayendo a importantes empresas de ingeniería y software. ¿Qué problema tienen que resolver los urbanistas a medida que crece y se enriquece su población? El tráfico.
México DF. En los últimos meses, se ha visto asolada por la violencia relacionada con las drogas, lo que llevó a una manifestación de 150.000 personas en agosto. Sus vertederos están desbordados. Y ahora, los ingenieros están tratando de evitar un peligro aún mayor: los barrios de chabolas, el casco histórico y el metro de la ciudad pueden acabar inundados con el agua de las alcantarillas porque el sistema está en pleno deterioro.
Dhaka. Con sus enormes atascos de tráfico y sus ríos llenos de porquería, Dhaka podría ser un ejemplo de megaciudad que no funciona. La coordinación entre los planificadores de la ciudad es tan mala que hay que levantar las carreteras recién construidas porque se les había olvidado colocar antes las conducciones de agua, gas y alcantarillado.
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